sábado, 31 de diciembre de 2011

Dos meses

Dos meses que partiste hijo, dos meses que pasaste de la vida terrenal a la vida espiritual y a su vez, a vivir en nuestros corazones por siempre. Sabemos que no la hemos pasado bien, que te dijimos vete sin preocupaciones y que estariamos bien, pero hasta ahora no hemos podido cumplir... danos tiempo para intentarlo... dejanos vivir con la esperanza que tú estas mejor.

Mientras tanto te dejo la foto de la imagen de Jesús que y te acompañó en el hospital, también cuando hiciste el último viaje. Recuerdo que la la ponías en tu corazón... es un grato recuerdo.


Te pongo una canción que te gusta para quitar tanta solemnidad.



martes, 27 de diciembre de 2011

El Ultimo Viaje-Documental


Documental que explora temas de la vida después de la muerte, a través de entrevistas a personas que han tenido experiencias cercanas a la muerte y que han estudiado el tema, relatan sus historias y sus experiencias, nos permiten ampliar nuestra visión de la vida y de nuestra existencia, más allá de esta vida.


lunes, 26 de diciembre de 2011

Pérdida de un hijo


Este texto pertenece al libro "El Camino de las Lagrimas" de Jorge Bucay, del cual presentamos un fragmento respecto al duelo. Habla sobre la perdida de un hijo y las dificultades que viven los padres, tambien las parejas que pasan por esta experiencia.

Pérdida de un hijo 

La muerte de una persona querida es el suceso más estresante en la cual puedo pensar y entre todas las muertes imaginables la pérdida de un hijo es, a mi entender, la peor. Alrededor de un 20% de los padres que lo vivieron aseguran, diez años después, que nunca llegarán a superarlo del todo. Es que en la muerte de un hijo, al dolor, a la congoja y a la sensación de aniquilamiento afectivo hay que agregarle la vivencia de mutilación. La mayoría de los padres viven este acontecimiento como la pérdida de una parte central de sí mismos y como la destrucción de las perspectivas y esperanzas de futuro. La muerte de un hijo es considerada en todas las culturas un hecho antinatural, una inversión del ciclo biológico normal, y por eso racional y emocionalmente inadmisible. Es clásico mencionar que ni siquiera existe una palabra, equivalente a huérfano o viudo, que nombre a los que penan un hijo muerto. El duelo no sólo va asociado a mecanismos psicológicos, sino que también se producen reacciones biológicas y neurovegetativas. Por ejemplo, se incrementa la producción de catecolaminas, se producen alteraciones en la segregación de la hormona cortisol, que repercuten en los ritmos biológicos; se debilita el sistema inmunológico. Las somatizaciones más comunes son alteraciones del sueño y del apetito, vómitos, mareos, taquicardias y temblor. En el primer año del duelo aumenta el número de consultas al médico. Se incrementa también el consumo de alcohol, tabaco y otras drogas. Entre las mujeres se incrementa el cáncer de mamas y entre los hombres infecciones y accidentes. El estrés que causa esta pérdida es tan intenso que en algunas estadísticas aparece como causante inmediato de un elevado índice de mortalidad en los primeros años del duelo. A veces las diferencias entre estilos de los hombres y de las mujeres hacen a algunos momentos intrínsecamente difíciles porque: mientras ÉL ve la situación global Ella percibe cada detalle de la realidad. mientras Él piensa qué hacer Ella actúa intuitivamente mientras Él es lógico Ella se vuelve cada vez más sensible. mientras Él se pelea con el adentro. Ella se enfrenta con el afuera, mientras Él solamente suspira, Ella se anima a llorar. Y entonces frente a la muerte de un hijo muchas veces sucede que: Ella necesita hablar sobre la muerte y vuele sobre los detalles. Él se siente incómodo con el tema y preferiría no hablar más sobre el asunto. Ella no consigue empezar a adaptarse a los 18 o 24 meses. Él empieza a acomodar su vida a los seis u ocho meses. Ella siente deseos frecuentes de visitar la tumba. Él prefiere no volver a pisar el cementerio. Ella lee libros, escucha conferencias o asiste a grupos. Él se refugia en el trabajo, su hobby o las tareas de la casa. Ella no tiene prácticamente ningún deseo sexual. Él quiere hacer el amor para buscar un mejor encuentro. Ella sabe que su vida ha cambiado para siempre. Él quisiera que ella vuelva a ser la de antes. Mantener la pareja unida es, pues, todo un desafío. Es importante mantenerse lo más unidos posible, sin asfixiar ni colgarse de la compañía del otro. Es imprescindible aprender a poner en palabras lo que está pasando para ayudarse mutuamente, porque es casi imposible pasar por este dolor y sobrellevar esta situación sin tu pareja.

Algunos problemas más frecuentes entre los padres que han perdido a un hijo son: Sentirse abandonado y o tenido en cuenta. Sentir que la relación de pareja ha pasado a un segundo plano. Estar inhibido para opinar, actuar o proponer por temor a molestar a su pareja. Temor de ser mal interpretado en sus actitudes. Sentir que su cariño por quien ha muerto no es valorado en su justa medida. Sentirse afuera del proceso de duelo de su pareja. Sentir que las etapas felices, alegres y apasionadas de la relación son irrecuperables. Sentirse obligado a permanecer en la pareja sólo por solidaridad frente al dolor.

Temor a la disolución del vínculo. Culpa frente al supuesto fracaso en la protección de sus hijos. Dificultades para aceptar que la pareja viva la pérdida a su manera. Necesidad de parecer fuerte. Ideas de que el otro es de alguna manera responsable de la muerte. Sentimientos de impaciencia e irritabilidad hacia el otro. Falta de sincronicidad en los momentos de mayor dolor o las recaídas. Falta de coincidencia en las necesidades sexuales.

Después de enunciar todas estas diferencias y dificultades es fácil entender por qué una de cada cuatro parejas termina separándose. Es necesario decidir desde el comienzo mantener un diálogo que permita sincerar los sentimientos, las fantasías y los miedos de cada uno, para evitar sentirse distanciados o recíprocamente incomprendidos, lo que sumaría al comprensible dolor el riesgo de quedar en soledad en momentos en que la relación de pareja representa el mayor y el mejor apoyo frente a la trágica pérdida. Es imprescindible alejarse todo lo que se pueda de la gente desubicada que quiere "ayudar" en este momento tan difícil. Porque la mayoría de los conocidos o familiares cercanos no tiene ni idea de qué hacer con este tema y dice pavadas porque cree pavadas. Es sorprendente escuchar a los que sostienen por ejemplo que "cuanto más pequeño mejor". Algunos tratan de prorratear el dolor. Por ej., si un niño de diez años muere, nuestro dolor será "x",...si un bebé de un año muere, el dolor deberá ser de "x" dividido 10.

Ridículo. ¿Sería más fácil enterrar a nuestro hijo cuando lo hicimos o un año después? Es una pregunta imposible de responder. No hay mejor tiempo, ni menos dolor. Perder a un hijo es una tragedia terrible pase cuando pase. La mayor parte de los padres asegura que el dolor nunca se va por completo y es muy molesto soportar a los que nos informan que ya deberíamos estar mejor. Algunos se ocupan de acercarnos alguna pastilla o insisten en forzarnos a beber alcohol porque "nos va a hacer bien", lo cual significa una manera de alejarnos del dolor. Pero hay que comparar el dolor con un préstamo.

Debemos devolver el préstamo algún día. Entre más tardemos en hacerlo, más altos serán los intereses y las multas. Nadie tiene mala intencionalidad, pero los que te quieren, que no soportan verte sufrir, son capaces de sugerir para solucionar la amenaza a SU integridad que representa tu dolor: "Que otro hijo es la solución a tu dolor" "Que necesitas olvidar a tu hijo y seguir con tu vida" "Que tenés que sacar las fotos de tu hijo de tu casa" "Que hay que pensar en otras cosas". Lo cierto es que nada saben de lo que nos pasa. Quizás por eso la elaboración de la muerte de un hijo es el evento más solitario y más aislante en la vida de una persona ¿Cómo puede entender alguien que no ha pasado por lo mismo, la profundidad de este dolor? Muchos padres dicen que los amigos se convierten en extraños y muchos extraños se convierten en amigos. Lo mejor para hacer es aceptar la profundidad del dolor como la reacción normal de la experiencia más difícil que una persona puede vivir. Los grupos de apoyo o de autoayuda son un paraíso seguro para que los padres que han perdido un hijo compartan lo más profundo de su pena con otros que han pasado por los mismos sentimientos. Muchos grupos de apoyo están llenos de personas fuertes y comprensivas dedicadas a ayudar a padres que recién sufren la pérdida de su hijo para que encuentren esperanza y paz en sus vidas. En estos grupos los padres aprenden a: A saber que no están enloqueciendo. A sentirse solidarios en un todo con lo sucedido- A aceptar que les pasa lo mismo que a muchos otros A compartir el duelo con autenticidad basado en el amor por su pareja y en el sincero cariño que sentían por quien hoy no está. A permitirse su propio duelo, sin imitar ni comparar el propio dolor con las expectativas del otro. A asumir con responsabilidad la función de contener, apoyar y entender al otro, y aceptar con amor los cambios transitorios y comprensibles que pueden darse en su pareja. A darse cuenta de que si no permiten que el trágico suceso destruya la pareja, terminará por afianzarla.

sábado, 24 de diciembre de 2011

Tarantella Napolitana


Hoy es un día especial en el cual no estas con nosotros hijo, debido a tu inesperada partida, sin embargo tu presencia es constante y queremos que se distinga de la alegría con la que siempre te conocimos, por eso, para recordarte he elegido una canción que te gustaba escuchar, sé que hay muchas que te agradan, pero a ver que te parece esta.



La Tarantella Napolitana es un tipo de música y un baile folklórico italiano, para saber más, aquí esta el link, a la página de wikipedia en español, pero recomiendo ver la versión en ingles, porque contiene más información.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

El Libro Tibetano de los Muertos-Video


Es un texto antiguo de la tradición tibetana, que habla del estado del moribundo y su paso por la muerte, a su vez, ofrece indicaciones de como ayudarlo en este trance. Este texto ha sorprendido por las detalladas descripciones que ofrece de los estados inmediatos a la muerte, que muchos autores modernos lo han tomado como guia en sus investigaciones.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Historia


Gracias Alejandra Rojas por enviarnos esta historia:



Ella dió un salto tan pronto vió al cirujano salir de la sala de operaciones
Ella dijo: 'Cómo está mi pequeño?
Estará bien?
Cúando lo puedo ver?'

El cirujano dijo, 'Lo siento.
Hicimos lo que pudimos, pero él no pudo.'


Sally dijo, 'Porqué a los niños les puede dar cáncer?
Será que Dios no los cuida más?
Dónde estabas, Dios, cuando mi niño te necesitaba?'

El cirujano le preguntó, 'Te gustaría un tiempo a solas con tu hijo?
Una de las enfermeras estará afuera en un momento, antes de que lleven al niño a la Universidad.'
Sally preguntó a la enfermera si podía quedarse con ella mientras se despedía de su pequeño. Ella pasó sus dedos amorosamente a través del cabello rizado y rojizo del niño.
'Te gustaría mantener un pedazo de su cabello?' preguntó la enfermera.
Sally asintió que sí. La enfermera cortó un pedazo de cabello, lo colocó en una bolsa plástica y lo entregó a Sally.

La madre dijo, 'Fue idea de Jimmy donar su cuerpo a la Universidad para estudio. Él dijo que podía ayudar a otros..

'Primero le dije que no, pero Jimmy dijo, 'Mamá, no lo voy a usar más cuando muera. Tal vez pueda ayudar a otro niño a pasar un día más con su mamá.

'Mi Jimmy tenía un corazón de oro. Siempre pensando en los demás. Siempre queriendo ayudar a los demás si podía..'

Sally caminó afuera del Children's Mercy Hospital por última vez, luego de haber pasado la mayoría de los pasados 6 meses allí.

Colocó las pertenencias de Jimmy en el asiento del pasajero. El conducir al hogar fue difícil. Y más difícil entrar a la casa vacía..

Cargó las pertenencias de Jimmy, y la bolsita plástica con su cabello hasta la habitación de su hijo.

Comenzó a colocar los carritos y las otras cosas personales de vuelta en el lugar exacto donde él las tenía en su cuarto.

Ella se dejó caer sobre su cama y abrazando su almohada, lloró hasta quedar dormida.
Era alrededor de la medianoche cuando despertó.

Y colocada al lado de ella en la cama había una carta.

La carta decía:

'Querida Mamá,
Sé que me vas a extrañar;
pero no pienses que yo te olvidaré, o dejaré de amarte, sólo no estaré físicamente alrededor tuyo
para decirte 'Te Amo' .

Yo siempre te amaré, Mamá, aún más cada día. Algún día nos volveremos a encontrar. Mientras tanto, si quieres adopta otro niño y así no estarás tan sola, eso estará bien para mí.

El podrá usar mi cuarto y mis viejos juguetes.

Pero, si decides adoptar una niña, a ella probablemente no le gustará jugar con las cosas de niños..

Tendrás que comprarle muñecas y cosas de niña, tu sabes.. No estés triste pensando en mí. Éste es un lugar realmente maravilloso.. La abuela y el abuelo me reconocieron tan pronto llegué aquí y me mostraron todo el lugar, pero tomará un largo tiempo verlo todo.

Los ángeles son extraordinarios. Me encanta verlos volar. . y ¿ sabes? Jesus no se parece a ninguna de las fotos que pintan de él. Aún así tan pronto lo ví, lo reconocí, sabía que era él.., . Jesus mismo me llevó a conocer a Dios ! Y sabes qué mamá? Dios me sentó en su rodilla y habló conmigo, como si yo fuera alguien importante.!

Ahí fue cuando le dije que yo quería escribirte una carta para despedirme de tí y decirte cómo me siento ahora.. Pero yo creía que no se permitía. Pero sabes qué mamá? Dios me dió papel y su pluma personal para que yo te escribiera esta carta.

Creo que Gabriel es el nombre del ángel que te llevó esta carta. Dios me dijo que te contestara una de las preguntas que le hiciste.. 'Dónde estaba él cuando yo lo necesitaba?'

'Dios me dijo que estaba en el mismo lugar conmigo, como cuando Su hijo Jesús estaba en la cruz'.

Él estaba justo ahí, según está siempre con todas sus pequeñas criaturas.. Pero de todos modos, Mamá, nadie más puede ver lo que te he escrito.. Sólo tú... Para todos los demás, ésto es sólo un pedazo de papel en blanco. No es fantástico? Tengo que devolverle la pluma a Dios ahora.

Él la necesita para escribir más nombres en el Libro de la Vida. Esta noche voy a sentarme a la mesa con Dios para comer. Estoy seguro que la comida será sabrosa.. Oh, olvidé decirte... Ya no me duele más.. Ya no siento ningún dolor... El cáncer se fue. Estoy felíz porque puedo estar de pie y correr.sin sentir más dolor y así Dios no me vé angustiado y adolorido..

Por eso Él envió el ángel de la misericordia a rescatarme...
El Ángel dijo que era una entrega especia.!
Qué crees..? ¡ Nítido..! ¿ verdad ?

Firmado con el amor de Dios, Jesus & Yo... Tu Jimmy..

'Cuando tú estás abatido, Dios está a tu lado y preparando algo mejor para tí...'

Y Gracias Alejandra Rojas por tus palabras y tu amor:

'~ Que Dios te bendiga ~' y te de la paz que necesitas.  ojala tuvieramos la oportunidad ya sea tu o cualquiera de nosotros de tener una demostracion de amor  por parte de betito, pero si no llegara nunca, ojala te quedes con esta, te mando saludos. y que estes mejor.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Cinco etapas del duelo


Elisabeth Kübler-Ross presento un modelo conocido como las "Cinco etapas del duelo", en su primer libro "Sobre la muerte y los moribundos", donde explica que los pacientes terminales que se enfrentan ante una muerte inminente, así como las personas en general que enfrentan a una perdida, pueden presentar estas emociones, porque cada persona sigue su propio proceso, con una duración, con un orden o enfasis individual.

A continuación les presento cada etapa y su interpretación:

 
EKR etapa Interpretación
1 - Negación La negación es un rechazo consciente o inconsciente de aceptar los hechos, la información, la realidad, etc, relacionados con la situación en cuestión. Es un mecanismo de defensa y es perfectamente natural. Algunas personas pueden llegar a estar bloqueados en esta etapa cuando se trata de un cambio traumático que puede ser desconocido. La muerte, por supuesto, no es particularmente fácil de evitar o evadir de manera indefinida.
2 - Ira La ira puede manifestarse de diferentes maneras. Personas que tratan con problemas emocionales pueden estar enojados con ellos mismos, y / o con otros, especialmente aquellos cercanos. Sabiendo esto ayuda a mantener alejado y sin prejuicios al experimentar la ira de alguien que es muy molesto.
3 - Negociación Tradicionalmente, la etapa de negociación para las personas que enfrentan la muerte puede implicar tratar de negociar con todo lo que la persona cree en Dios. Las personas que enfrentan el trauma de menor gravedad puede negociar o tratar de negociar un compromiso. Por ejemplo "¿Podemos seguir siendo amigos? .." Cuando se enfrentan a una ruptura. La negociación rara vez ofrece una solución sostenible, sobre todo si se trata de una cuestión de vida o muerte.
4 - Depresión También se conoce como de preparación de duelo. En cierto modo, es el ensayo o la práctica de correr para el 'después', aunque esta etapa significa cosas diferentes dependiendo de a quién se trata. Es una especie de aceptación con el apego emocional. Es natural sentir tristeza y pesar, miedo, incertidumbre, etc. Esto demuestra que la persona que ha empezado al menos a aceptar la realidad.
5 - Aceptación Una vez más esta etapa definitivamente varía en función de la situación de la persona, aunque en términos generales es una indicación de que hay una cierta distancia emocional y objetividad. Personas que mueren pueden entrar en esta etapa de un largo tiempo antes de que las personas que dejan atrás, que necesariamente tienen que pasar a través de sus propias etapas individuales de lidiar con el dolor.

Qué etapas hemos experimentado? qué emociones estamos enfrentado? nuestra ira o depresión se manifiesta como aislamiento? nuestra negociación es proactiva o es una resignación negativa? interesante modelo que nos permite entendernos frente al duelo.


La tabla de las cinco etapas del duelo fue tomada del sitio de la fundación EKR. La traducción del ingles es de google y de su servidor, así que disculpen de antemano los errores, fue un esfuerzo más allá de mis posibilidades linguisticas, pero visiten el original en ingles y se aceptan correcciones.

viernes, 9 de diciembre de 2011

No puede ser- canción favorita

Para todos ustedes, les presento un video de una canción y un cantante (Rolando Villazon, tenor mexicano) que era de las favoritas de mi hijo, incluso le gustaba cantarla. Como buen amante de la opera, no hacia a un lado la zarzuela, se trata de un fragmento de la Romanza de Leandro, Acto II de La tabernera del puerto, autor Pablo Sorozábal (1897-1988). 



Les pongo la letra para quienes somos curiosos.

No puede ser; esa mujer es buena.
No puede ser una mujer malvada.
En su mirar, como una luz singular,
he visto que esa mujer no es una desventurada.

No puede ser una vulgar sirena,
que envenenó las horas de mi vida.
No puede ser, porque la vi rezar,
porque la vi querer, porque la vi llorar.

Los ojos que lloran no saben mentir,
las malas mujeres no miran así.

Temblando en sus ojos dos lágrimas vi,
y a mí me ilusiona que tiemblen por mí,
que tiemblen por mí.

Viva luz de mi ilusión, sé piadosa con mi amor.

Porque no sé fingir,
porque no sé callar,
porque no sé vivir.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Carta a padres que han perdido un hijo-Elisabeth Kubler-Ross


Escrita por Elisabeth Kubler-Ross.

Regresando de una gira por Europa, Alaska y Hawai encontré dos mil cartas a las que tenía y quería dar respuesta. No pudiéndolo hacer individualmente opté por hacerlo en una «Carta a los padres que han perdido un hijo»

 Querida Margaret:

Gracias por tu carta del 22 de enero en la que me pides que te ayude en tu publicación, National Newsletter, para padres desconsolados. Acabo de llegar de Europa, Egipto, Jerusalén, Alaska y Hawai, y la única manera de no tener que defraudar a las dos mil cartas que aún no he contestado es mandarte este artículo ahora mismo, y aquí está… Queridos amigos:

Margaret Gerner, que dirige esta hermosa publicación, me pidió que escribiera unas líneas para los que lleváis luto por un niño u os enfrentáis a la inevitable muerte de un hijo. Como probablemente sabéis, he escrito varios libros (La muerte: un amanecer, On Death and Dying, Vivir hasta despedirnos), y el más reciente centrado en los niños que van a morir.

Puedo compartir muchas cosas con vosotros, pero quizá lo más significativo es el progreso que hemos hecho en la última década para ayudar no sólo a las familias que participan en el largo y arduo seguimiento de la enfermedad terminal de un niño, sino también a los miles de padres cuyos hijos han sido asesinados, se han suicidado, o tuvieron una repentina muerte accidental. Esas familias no tuvieron el privilegio de contar con el factor tiempo, que es en sí un alivio y una preparación. El tiempo alivia porque ofrece momentos para la reflexión y la oportunidad para decir todas esas cosas que no habíamos dicho todavía. Ofrece la posibilidad de retractarse de lo que uno se arrepiente y de concentrar la energía amorosa en los que se van.

El tiempo repara: permite que cada uno se recupere a su ritmo de la conmoción y el aturdimiento, de la rabia que se siente hacia el destino, hacia los compañeros, los hermanos y, sí…, incluso hacia el niño que agoniza, o hacia Dios (una reacción humana y natural). Se necesita tiempo para tratar con Dios y para reaccionar ante las numerosas pérdidas a las que llamamos las «pequeñas muertes», que preceden a la separación final. Las pequeñas muertes son la pérdida del hermoso cabello de los niños a los que les administran quimioterapia, a una hospitalización que nos separa de ellos cuando ya no se los puede cuidar en casa, su incapacidad para caminar, bailar o jugar a la pelota, traer amigos a casa, bromear, reír y hacer planes para el futuro. Si esas pérdidas se pueden llorar en el momento en que ocurren, el final, el duelo, es mucho más fácil.

Y luego llega, naturalmente, el dolor final preparatorio, que es silencioso y va más allá de las palabras; es cuando al fin nos enfrentamos a la realidad de que nunca la veremos vestida de novia, nunca hará una carrera, no podremos esperar nietos. Los padres lloran y se entristecen por esas cosas que «nunca pasarán». Por su parte, nuestros pequeños pacientes también se despiden y cada vez tienen menos necesidad de ver gente, para poder abandonar la vida. Es entonces cuando se puede hacer prevalecer la paz y la serenidad si se sabe cuándo detener los procedimientos que prolongan la vida; cuándo llevarlos a casa y simplemente cuidarlos con cariño hasta que pasen por la transición final que llamamos muerte.

Muchos de los que habéis perdido un pequeño con una muerte repentina no habéis tenido el privilegio de contar con ese tiempo extra; no penséis sólo en la tragedia, sino también en otros aspectos de esa muerte repentina. No habéis tenido que pasar por la angustia y la agonía de un largo y doloroso tratamiento médico; no habéis tenido que preocuparos por el modo en que esta muerte vaya a afectar a sus hermanos, a los que demasiadas veces se relega a un segundo plano, cuando se mima al niño enfermo con cosas materiales, viajes a Disneylandia y todo tipo de desesperados intentos de «disimular», que a veces beneficiarían más a los que sobreviven que al niño enfermo. Muchos hermanos piden favores similares y se les niegan con una cruel respuesta: «¿Preferirías tener cáncer?». Estos niños injustamente tratados se sienten culpables por haber odiado al hermano que agoniza.

Espero que, al leer estas líneas, los que tengáis problemas con los hijos que quedan, les dediquéis tiempo y cariño antes de que sea demasiado tarde. Confío asimismo en que nunca permitiréis que nadie os dé somníferos ni calmantes en momentos como éstos, pues perderíais la oportunidad de experimentar todos vuestros sentimientos, tales como gritar vuestra pena y llorar todo lo que necesitéis, para poder vivir otra vez, no sólo por vuestro propio bien, sino también por el de vuestra familia y de los que os rodean.

Sabemos por experiencia que las personas a las que se les informa de la muerte repentina de un ser querido se recuperan mejor si pueden exteriorizar su angustia y su pena en un entorno seguro y sin testigos lo antes posible después de la inesperada muerte. Por ello aconsejamos a las unidades de urgencia de los hospitales que habiliten una sala en la que la gente pueda manifestar su dolor, y que, en vez de un «atareado» profesional, lo acompañe un miembro de Amigos Compasivos, alguien que no sólo conozca estas cosas por los libros sino que también lo haya aprendido en la escuela de la vida, que lo anime a llorar cuanto quiera y a dar rienda suelta a su angustia y dolor, y para que se libere todo sufrimiento y pueda volver a empezar a vivir.

El seminario que damos por todo el mundo, va dirigido a los padres que se sienten culpables, padres que se reprochan el no haber hecho todo lo posible (suele ser especialmente doloroso cuando un niño se suicida). El suicidio es la tercera causa de muerte de los niños entre seis y dieciséis años, y sus padres se obsesionan con mil preguntas sobre si podrían haber evitado esa tragedia. Ese sentimiento de culpabilidad sólo les resta energía  y les impide vivir con plenitud y ayudar a los que se enfrentan a pérdidas semejantes.

En nuestros seminarios, hemos tenido padres que perdieron a sus hijos en el plazo de seis meses a causa del cáncer, y no necesitaron asistencia psiquiátrica, calmantes ni somníferos, y ahora ayudan a otros a rehacerse de tales pérdidas, al igual que hacen los Amigos Compasivos en Estados Unidos y en otros países.

Tened presente que Dios nunca manda a sus hijos más de lo que pueden soportar y recordad mi proverbio preferido: «Si protegieras los cañones de las tormentas nunca verías la belleza de sus tallas en la roca». Dicho de otra manera: «Si las tempestades no hubieran esculpido las paredes del Gran Cañón del Colorado, no conoceríamos sus bellas formas».

Esto no quiere decir en absoluto que no tengáis que experimentar el dolor y la angustia, la tristeza y la soledad después de la muerte de un niño, pero también debéis saber que, después de cada invierno, llega la primavera y vuestro dolor dará paso a una gran generosidad, a una mejor comprensión, sabiduría y amor hacia los que padecen, si así lo deseáis. Utilizad esos dones para relacionaros con los demás. Todo mi trabajo con niños agonizantes partió del recuerdo de los horrores de los campos de concentración de la Alemania nazi, donde introdujeron a 96.000 niños en cámaras de gas. De la tragedia puede surgir algo positivo o negativo, compasión u odio… La elección es vuestra.

Para terminar esta carta quiero decir que nuestra investigación sobre la muerte y la vida después de la muerte confirma fuera de toda duda que los que hacen la transición (los que ya no están con nosotros) están más vivos, más rodeados de amor incondicional y belleza de lo que podéis imaginar. No están realmente muertos. Sólo nos han precedido en el camino de la evolución que todos debemos seguir; están con sus antiguos compañeros de juego (así los llaman), o ángeles guardianes; están con miembros de la familia que les precedieron y no os añoran (como vosotros a ellos) porque no tienen sentimientos negativos. Lo único que permanece en ellos es el conocimiento del amor y el cariño que recibieron y lo que aprendieron durante su vida física.

Marilyn Sunderman, la mundialmente conocida pintora de retratos de Honolulú, me estaba pintando. Ella pinta inspirada o llevada por sus guías, y estaba asombrada de ver que del retrato de «la dama de la muerte y los moribundos, con sus 55 años» surgió un hermoso cuadro y en un ángulo apareció una niña mirando una mariposa. Le rogaron que lo enseñara a los representantes de Amigos Compasivos, y ése es quizás el mayor regalo que os podamos dar, es decir, el conocimiento de que el cuerpo físico es sólo un capullo, una crisálida, y de que la muerte es en realidad la manifestación de lo verdaderamente indestructible e inmortal de nosotros, representado simbólicamente por una mariposa.

Tal como los niños de los campos de concentración de Madjanek, adjunto al campo de Lublin en Polonia, que dibujaban con las uñas mariposas en las paredes antes de entrar en las cámaras de gas, en el momento de la muerte vuestros hijos saben que estarán libres y sin trabas en un lugar en el que no hay más dolor, en el que reina la paz y el amor incondicional, un lugar en el que no hay tiempo y desde donde os pueden alcanzar a la velocidad del pensamiento. TENED ESTO PRESENTE y disfrutad de las flores que brotan en primavera tras las heladas de cada invierno, de las nuevas hojas y la vida que se manifiesta a vuestro alrededor.

Extraido del Libro La muerte y los niños de Elisabeth Kubler Ross.


http://audiolibroselbaul.blogspot.com/2011/04/elisabeth-kubler-ross-los-ninos-y-la.html


martes, 6 de diciembre de 2011

Pelicula Antes de partir


Una de sus peliculas favoritas de Roberto, es "Antes de partir", donde 2 personajes enfermos terminales de cancer, deciden realizar una lista con 10 cosas que hacer antes de morir. 

Esta idea le gustaba mucho y comentaba que le gustaria hacerlo, sin embargo, la vida se fue desarrollando de otra manera, no le dio la oportunidad, parece que no era necesario para él nada más que haber vivido en plenitud y felicidad durante estos años que lo disfrutamos, un dulce recuerdo.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Los tres tenores


Roberto era un gran admirador de la música clásica y de la opera, aunque era abierto a otros tipos de música, a mi me gustaba bromear con amenazar en ponerle cumbias o de banda, o con canciones de "tigers of de north", le hacia mucha gracia. Recordando esos momentos les pongo el video de un concierto en paris de los 3 tenores, quienes le gustaban mucho.


jueves, 1 de diciembre de 2011

Diente Blanco no te vayas


Tambien hoy es buena oportunidad para un grato recuerdo con esta canción que te gustaba mucho hijo, al cielo de los dientes te alcanzare! :)

Hace un mes que partiste- En algun lugar en el cielo


Me gusta esta canción para dedicártela hijo este día, hace un mes que partiste de la vida terrenal hacia el plano espiritual, donde seguirás la existencia plena y maravillosa que compartimos contigo.

Esta canción habla de volvernos a ver en el cielo, tiene un emoción de dolor, de amor y añoranza que me gusta, aunque la letra es diferente; tu sabes que yo no creía en el cielo, como el lugar al que vamos después de la muerte, yo pienso que en una metáfora de un lugar de realización que existe en nosotros mismos.

Así que espero volvernos a ver pronto, en cualquier lugar que sea.

Tus amigos y familiares te recordamos con mucho cariño.

Siempre en nuestros corazones.


martes, 29 de noviembre de 2011

Qué es el duelo de Jorge Bucay Parte 2/2

 

Continuación del extracto del libro, El Camino de las Lagrimas de Jorge Bucay, con la lista de recomendaciones para sobrellevar el duelo:


Qué es el duelo de Jorge Bucay Parte 2/2

11.- Mucho descanso, algo de disfrute y una pizca de diversión.

Date permiso para sentirte bien, reír con los amigos, hacer bromas. Es tu derecho y además será de gran ayuda que busques, sin forzar tu propio ritmo, momentos para disfrutar. Recuerda que hasta el ser querido que no está querría lo mejor para vos.

Los malos momentos vienen por sí solos, pero es voluntaria la construcción de buenos momentos. Empieza por saber con certeza que hay una vida después de una pérdida, préstale atención a las señales y oportunidades a tu alrededor. No las uses si no tienes ganas, pero no dejes de registrarlas.

12.- Confía en tus recursos para salir adelante.


Acuérdate de cómo resolviste anteriores situaciones difíciles de tu vida.

Si quieres sanar tu herida, si no quieres cargar tu mochila con el peso muerto de lo perdido, no basta pues con esperar a que todo se pase o con seguir viviendo como si nada hubiera pasado.

Necesitas dar algunos pasos difíciles para recuperarte. NO existen atajos en el camino de las lágrimas.

Vas a vivir momentos duros y emociones displacenteras intensas en un momento en el que estás muy vulnerable. NO te exijas demasiado. Respeta tu propio ritmo de curación y créeme cuando digo esto: estás en condiciones de afrontar lo que sigue, porque si estás en el camino, lo peor ya ha pasado.

Confía en vos por encima de todas las dificultades y si lo haces te garantizo que no te defraudarás. El pensamiento positivo te transforma siempre en tu propio entrenador.

13.- Acepta lo irreversible de la pérdida.

Aunque sea la cosa más difícil que has hecho en toda tu vida, ahora tienes que aceptar esta dura realidad: estás en el camino de las lágrimas y no hay retorno. El camino sólo sigue hacía adelante. Mientras creas en un pequeño lugarcito que el otro volverá, que la situación va a volver a ser la que era, que el muerto va a regresar, nunca terminarás el recorrido.

La muerte siempre llega demasiado tarde o demasiado temprano. Siempre es un mal momento para que la gente se muera.

Hablar de tu pérdida, contar las circunstancias de la muerte, visitar el cementerio o el lugar donde se esparcieron los restos, todo puede ayudar poco a poco a ir aceptando el hecho de la pérdida. De hecho , si existe una remota posibilidad de que la pérdida no sea definitiva, deberás elegir entre seguir esperando y no recorrer el camino o decidir que es definitiva aunque los hechos permitan una tenue esperanza.

De todas maneras no te dañará haber recorrido el camino si lo que diste por perdido aparece, pero puede dañarte mucho seguir esperando lo que nunca sucederá. (Sabemos cuánto más difícil es aceptar la pérdida de un ser querido si nunca pudiste ver el cadáver o nunca se recuperó).

Es una gran tentación quedarse refugiado en la idea de que desde el cielo el otro está y me cuida. No tiene nada de malo la creencia religiosa de cada uno, al contrario, es un excelente aliado, pero cuidado con utilizarla para minimizar su desaparición física. Cuidado con llegar a creer que entonces no necesito hacer el duelo.

14.- Elaborar un duelo no es olvidar.

El proceso de duelo permite buscar para tu ser querido el lugar que merece entre los tesoros de tu corazón.

Es poder pensar en él, y no sentir ya ese latigazo de dolor.

Es recordarlo con ternura y sentir que el tiempo que compartiste con él o con ella fue un gran regalo.

Y esto es cierto para todas las pérdidas. La elaboración permite darle un sentido a todo lo que has vivido hasta aquí con lo ausente.

Es entender con el corazón en la mano que el amor no se acaba con la muerte.

15.- Aprende a vivir de "nuevo".

Hacer el duelo significa también aprender a vivir sin algo, sin alguien, de otra forma.

Es aprender a tomar nuevas decisiones por vos mismo, aprender a desempeñar tareas que antes hacía otro, aprender nuevas formas de relación con la familia y los amigos, aprender a vivir con algo menos. A veces este aprendizaje no incluye a otros, el duelo es aprender a vivir sin esa capacidad que he perdido. La experiencia es muchas veces un maestro muy cruel.

16.- Céntrate en la vida y en los vivos.

Llega un momento en que sabes que es necesario soltar el pasado. La vida te espera llena de nuevas posibilidades.

No hay nada malo en querer disfrutar, en querer ser feliz, en querer establecer nuevas relaciones... En el caso de la pérdida de una pareja, no hay motivo para avergonzarse si aparece de nuevo el deseo sexual. En realidad, el corazón herido cicatriza abriéndose a los demás. El duelo es establecer que lo muerto queda afuera pero mi vida continúa.

Una adolescente escribió a su madre después de perder a su padre: "Existen otras personas a las que amar, y eso no significa que quiero menos a mi papá".

17.- Definí tu postura frente a la muerte.


La idea de "qué significa morirse" es tan teórica que vivencialmente puede ser diferente para cada uno. Lo que importa no es coincidir en una posición respecto a al muerte sino establecer que es una de las cosas que cada uno debe tener definidas. Hay muchos temas que pueden estar sin resolver, pero hay cuatro o cinco que es necesario tener "acomodados":

* la identidad sexual.
* la posición filosófica.
* la relación con los padres.
* el proyecto de vida.
* y la postura frente a la muerte.

¿Qué sucede después de la muerte?

¿Cómo lo van a saber si nadie lo sabe?

No importa cuál sea tu postura, les puedo asegurar que después de la muerte va a pasar lo que ustedes creen que va a pasar.

En el fondo lo mismo da.

Si ustedes creen que se van a reencarnar, está bien; si creen que se van al cielo o al infierno, está bien; si ustedes creen que no hay nada más, está bien. Lo que sea que crean, está bien.

Pero tienen que tener una posición tomada.

Le preguntaron a Woody Allen, una vez, si él creía que había vida después de la muerte. Allen contestó que no sabía, que estaba muy ocupado tratando de saber si podía vivir un poco antes de morir.

18.- Vuelve a tu fe.


Algunas cosas simplemente no son para ser manejadas por uno solo. Incluso toda la ayuda que puedes tener puede no proporcionar la comodidad que realmente se necesita para sostener lo que sucedió.

Muchas personas encuentran que llevar estos problemas a Dios es una manera tranquilizadora de aligerar la carga que hace que el corazón les pese.

Después del primer momento donde la furia tiene a Dios como a uno de sus destinatarios favoritos, es útil regresar a la iglesia, al templo, a la charla con el sacerdote o pastor.

Es el momento de aprender a no pedir que las cosas se resuelvan de la manera que quisiéramos que resultaran, sino pedir en su lugar que Dios nos ayude a aceptar los cambios y nos ayude a ver las opciones.

19.- Busca las puertas abiertas.

Estamos a veces tan cegados por nuestra propia cólera, dolor o desgano que no vemos las "nuevas puertas" que se abren.

Todos hemos oído la frase "Cuando una puerta se cierra, otra se nos abre". Creo que es verdad; pero sucede que a veces no estamos dispuestos a dar vuelta al picaporte.

Es fácil pensar ""¿Qué de bueno podría venir de esta pérdida?" y sin embargo cada día oímos historia de gente que ha superado batallas físicas, mentales y emocionales para alcanzar contra todas las probabilidades objetivos impensados. Leé sobre algunos "milagros médicos" y vas a tener una buena idea de lo que hablo. Leé la vida de Helen Keller y no vas a tener ninguna duda.

20.-Cuando tengas una buena parte del camino ya recorrida hablales a otros sobre tu experiencia.

No minimices la pérdida, ni menosprecies tu camino. Contar lo que aprendiste en tu experiencia es la mejor ayuda para sanar a otros haciéndoles más fácil su propio recorrido, e increíblemente facilita tu propio rumbo.



Qué es el duelo de Jorge Bucay parte 1/2

Extracto del libro, El Camino de las Lagrimas de Jorge Bucay donde explica que es el duelo y hace una lista de recomendaciones para sobrellevarlo, como es un poco extensa pero como es un material valioso, voy a publicarlo completo pero en dos partes:


Qué es el duelo de Jorge Bucay Parte 1/2

El duelo es el doloroso proceso normal de elaboración de una pérdida, tendiente a la adaptación y armonización de nuestra situación interna y externa frente a una nueva realidad. Elaborar el duelo significa ponerse en contacto con el vacío que ha dejado la pérdida de lo que no está, valorar su importancia y soportar el sufrimiento y la frustración que comporta su  ausencia.

Convencionalmente podríamos decir que un duelo se ha completado cuando somos capaces de recordar lo perdido sintiendo poco o ningún dolor. Cuando hemos aprendido a vivir sin él, sin ella, sin eso que no está. Cuando hemos dejado de vivir en el pasado y podemos invertir de nuevo toda nuestra energía en nuestra vida presente y en los vivos a nuestro alrededor.

Estas son algunas de las sensaciones corporales que sienten los que están de duelo. Es el llamado duelo del cuerpo.


Náuseas.
Palpitaciones.
Opresión en la garganta.
Dolor en la nuca.
Nudo en el estómago.
Dolor de cabeza.
Pérdida de apetito.
Insomnio.
Fatiga.
Sensación de falta de aire.
Punzadas en el pecho.
Pérdida de fuerza.
Dolor de espalda.
Temblores.
Hipersensibilidad al ruido.
Dificultad para tragar.
Oleadas de calor.
Visión borrosa.

Y estas son algunas de las conductas más habituales después de una pérdida importante.

Llorar.
Suspirar.
Buscar y llamar al ser querido que no está.
Querer estar solo, evitar a la gente.
Dormir poco o en exceso.
Distracciones, olvidos, falta de concentración.
Soñar o tener pesadillas.
Falta de interés por el sexo.
No parar de hacer cosas o apatías.

Recomendaciones para recorrer el camino de las lágrimas (y sobrevivir)

1.-Permitete estar de duelo.

Date el permiso de sentirte mal, necesitado, vulnerable... Podes pensar que es mejor no sentir el dolor, o evitarlo con distracciones y ocupaciones pero, de todas maneras, con el tiempo lo más probable es que el dolor salga a la superficie. Mejor es ahora. Acepta que posiblemente no estés demasiado interesado en tu trabajo ni en lo que pasa con tus amistades durante un tiempo, pero metete en el duelo con todas sus consecuencias. Tu vida será diferente mientras recorres este camino, muy probablemente tendrás que cambiar transitoriamente algunos hábitos, seguramente te sientas vacío...

Permítete sentir el dolor plenamente porque el permiso es el primer paso de este camino y ningún camino se termina si antes no se comienza a recorrerlo.

2.- Abrí tu corazón al dolor:

Registra y expresa las emociones que surjan, no las reprimas.

No te hagas el fuerte, no te guardes todo para adentro.

Con el tiempo el dolor irá disminuyendo. Si hay algo que opera siempre aliviando el trayecto es justamente encontrar la forma y darse el permiso de sentir y expresar el dolor; la tristeza, la rabia, el miedo por lo perdido. recorrer el camino de punta a punta es condición para cerrar y sanar las heridas. Y este camino se llama el Camino de las Lágrimas. Permítete el llanto. Te mereces el derecho de llorar cuanto sientas. Posiblemente sufriste un golpe brutal, la vida te sorprendió, los demás no supieron entender, el otro partió dejándote solo. Nada más pertinente que volver a nuestra vieja capacidad de llorar nuestra pena, de berrear nuestro dolor, de moquear nuestra impotencia. No escondas tu dolor. Compartí lo que te está pasando con tu familia y tus amigos de confianza... Llorar es tan exclusivamente humano como reír. El llanto actúa como una válvula liberadora de la enorme tensión interna que produce la pérdida. Podemos hacerlo solos si esa es nuestra elección, o con nuestros compañeros de ruta para compartir su dolor, que no es otro que nuestro mismo dolor. Cuando las penas se comparten su peso se divide. Cuando el alma te duele desde adentro no hay mejor estrategia que llorar.

No te guardes todo por miedo a cansar o molestar. Busca a aquellas personas con las cuales podes expresarte tal como estás. Nada es más impertinente y perverso que interrumpir tu emoción con tus estúpidos condicionamientos de tu supuesta fortaleza protectora del prójimo.

3.- Recorrer el camino requiere tiempo.

Dicen que el tiempo lo cura todo. Pero cuidado, el tiempo solo quizás no alcance. LO que realmente puede ayudar es lo que cada uno hace con el tiempo.

NO te hagas expectativas mágicas. Estate preparado para las recaídas. Un suceso inesperado, una visita, un aniversario, la Navidad te vuelven al principio, es así.

No puedes llorar hoy lo de mañana, ni seguir llorando lo de ayer Para hoy es tu llanto de hoy, para mañana el de mañana.

¿Estás utilizando este día para aceptar que estás de duelo, para reconocer que lo perdido ha muerto y no lo vas a recuperar?

¿Estás utilizando el día de hoy para sentir tus emociones intensamente y para expresar el dolor que supone esta pérdida?

¿Estás utilizando este día para aprender a vivir sin esa persona querida?

¿Estás utilizando el día para volver a centrarte en vos mismo?

Viví solamente un día cada día.
4.- Sé amable contigo.

Aunque las emociones que estás viviendo sean muy intensas y displacenteras (y seguramente lo son) es importante no olvidar que son siempre pasajeras...Uno de los momentos más difíciles del duelo suele presentarse después de algunos meses de la pérdida, cuando los demás comienzan a decirte que ya tendrías que haberte recuperado. Sé paciente. No te apures. Jamás te persigas creyendo que ya deberías sentirte mejor. Tus tiempos son tuyos.

Recuerda que el peor enemigo en el duelo es no quererse.

5.- No tengas miedo de volverte loco.

Todos podemos vivir sentimientos intensos de respuesta a la situación de duelo sin que esto te lleve a ningún desequilibrio La tristeza, la bronca, la culpa, la confusión, el abatimiento y hasta la fantasía de morir son reacciones habituales y comunes a la mayoría de las personas después de una pérdida importante o de la muerte de un ser querido.

Necesitas sentir el dolor y todas las emociones que lo acompañan: tristeza, rabia, miedo, culpa...Habrá personas que te dirán: "Tienes que ser fuerte". No les hagas caso.

6.- Aplaza algunas decisiones importantes.

Decisiones como vender la casa, dejar el trabajo o mudarte a otro lugar son trascendentes, y se deben tomar en momentos de suma claridad; dado que un cierto grado de confusión es inevitable en el recorrido de este camino, sería preferible dejarlas para más adelante.

Con el mismo razonamiento sobre todo en los primeros tiempo inmediatos a la pérdida no parece conveniente iniciar una nueva pareja, decidir un embarazo, acelerar un casamiento.

Podríamos lamentarlo después. hay urgencias que no se pueden postergar, pero conviene respetar la norma de no cruzar los puentes antes de llegar a ellos.

7.- No descuides tu salud.

Muchos de los que recorren el camino están tan ocupados en su proceso interno, están tan atentos a su sentir penoso que no prestan atención a su propio cuerpo. Pasados los primeros días puede resultar muy útil que decidas por unas semanas imponerte un horario para levantarte, un horario para las comidas, una hora para acostarte...y lo sigas. Aliméntate bien y no abuses del tabaco, del alcohol ni de los medicamentos. De hecho si para ayudarte en estos momentos fuera necesario tomar algún medicamento, deberá ser siempre a criterio de un médico y nunca por los consejos de familiares, amigos y vecinos bien intencionados. De todas maneras es bueno no deambular "buscando" el profesional que acepte recetar los psicofármacos para "no sentir", porque lejos de ayudar puede contribuir a cronificar el duelo.

8.- Agradece las pequeñas cosas.

Es necesario valorar las cosas buenas que seguimos encontrando en nuestra vida en esta situación de catástrofe. Sobre todo, algunos vínculos que permanecen (familiares, amigos, pareja, sacerdote, terapeutas), aceptadores de mi confusión, de mi dolor, de mis dudas y seguramente de mis momentos más oscuros. Para cada persona lo que hay que agradecer es diferente: seguridad, contención, presencia y hasta silencio.

9.- Anímate a pedir ayuda.

No interrumpas tu conexión con los otros, aunque ellos no estén hoy recorriendo este camino. Necesitas su presencia, su apoyo, su pensamiento, su atención. Dales la oportunidad a tus amigos y seres queridos de estar cerca. Todos lo que te quieren desearán ayudarte, aunque la mayoría no sabe cómo hacerlo. Algunos tienen miedo de ser entrometidos. Otros creen que te lastiman si te recuerdan tu pérdida. Necesitas que te escuchen, no que te den su opinión de lo que deberías hacer, sentir o decidir. No te quedes esperando su ayuda y mucho menos pretendiendo que adivinen.

Pedí lo que necesitas. NO es más sabio ni más evolucionado el que no precisa ayuda, sino el que tiene conciencia y valor para pedirla cuando al necesita.

10.-Procura ser paciente con los demás.

Ignora los intentos de algunas personas de decirte cómo tienes que sentirte y por cuánto tiempo, no todos comprenden lo que estás viviendo. Amorosamente intentarán que olvides tu dolor, lo hacen con buenas intenciones, para no verte triste, tenles paciencia pero no te ocupes de complacerlos. Más bien apártate un poco gentilmente y busca a quienes puedan permitirte "estar mal" o desahogarte sin miedo cuando lo sentís así. De todas maneras quizás sea mejor que durante un tiempo prestes más atención a la intensión de quienes te rodean que a lo que dicen en palabras. A veces los que uno pensaba que serían los mejores compañeros de ruta no pueden compartir tu momento. Soportan tan mal el dolor ajeno que interrumpen tu proceso y retrasan tu paso hacia el final del camino. De todas maneras, una vez más, no te fastidies con ellos por eso.


Parte 2:

Qué es el duelo de Jorge Bucay Parte 2/2

sábado, 26 de noviembre de 2011

Anécdota de Buda: GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS


Esta historia es una de mis favoritas, la publique originalmente en un blog que tengo de naturismo, ahora le tengo mucho cariño, porque tambien le gustaba mucho a mi hijo y me hizo un comentario en la entrada original, aquí les reproduzco esa publicación. 
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Anécdota de Buda: GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS

En una ocasión un hombre vino a Buda y le escupió la cara, sus discípulos, por supuesto estaban enfurecidos. Ananda el discípulo más cercano, dirigiéndose a Buda dijo: ¡Esto pasa de la raya! Y estaba rojo de irá y prosiguió: ¡Dame permiso! ¡Para que le enseñe a éste hombre lo que acaba de hacer!

Buda se limpió la cara y dijo al hombre: GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.

Has creado, una situación, un contexto, en el que he podido comprobar sí todavía puede invadirme la irá o no, y no puede, y te estoy tremendamente agradecido, y también has creado un contexto para mis discípulos, principalmente para Ananda mi discípulo más cercano.

Esto le permite ver que todavía puede invadirle la irá ¡Muchas gracias! ¡Te estamos muy agradecidos! Y siempre estás invitado a venir. Por favor, siempre que sientas el imperioso deseo de escupirle a alguien puedes venir con nosotros.

Fue una conmoción tal para aquel hombre... No podía dar crédito a sus oídos, no podía creer lo que estaba sucediendo, había venido a provocar la irá de Buda, y había fracasado.

Aquella noche no pudo dormir, estuvo dando vueltas en la cama,  los pensamientos le perseguían continuamente: El escupir a Buda una de las cosas más insultantes y el Buda permaneciese tan sereno tan en calma como lo había estado antes, como sí no hubiese pasado nada... El que Buda se limpiase la cara y dijera: GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS, cuando sientas ganas de escupir a alguien, por favor ven a nosotros, se acordaba una y otra vez ...

Aquella cara tranquila, serena, aquellos ojos compasivos, y cuando Buda le dio las gracias, no fue una formalidad le estaba verdaderamente agradecido, todo su ser, le decía que estaba agradecido, Buda desprendía una atmósfera de agradecimiento.
A la mañana siguiente muy temprano, volvió precipitado, se postró a los pies de Buda y dijo: Por favor perdóname no he podido dormir en toda la noche. Buda respondió, no tiene la menor importancia no pidas perdón por algo que ya no tiene existencia. ¡A pasado tanta agua por el río Ganges! Mira ¡Discurre tanta agua a cada momento! han pasado 24 horas, por qué cargas con algo que ya no existe, ¡no pienses más en ello!

Y además, yo no te puedo perdonar, porque en primer lugar nunca llegue a enojarme contigo, si me hubiera enojado te podría perdonar, guarda la experiencia y aprende profundamente de estos hechos y del agardecimiento.

Sé agradecido con todos,  AGRADECE, AGRADECE, AGRADECE con aquellos que te han ayudado, con aquellos que te han puesto obstáculos, ellos son verdaderos maestros, todo lo que te disgusta refleja, tu EGO... Todo lo que han sido indiferente contigo. Sé agradecido con todos, porque todos juntos están creando el contexto en el que nacen los budas, en el que tu puedes convertirte en Buda.

El mundo esta contribuyendo a crear la situación para que tu te transformes, tus amigos, tus enemigos, la buena y la mala gente, las circunstancias desfavorables o favorables ... Todo este Tao (camino o enseñanza) esta creando el contexto en el que puedes iluminarte y convertirte en BUDA. Sé agradecido con todo.

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Nota

Esta anécdota es de las que más me agrada, pues la enseñanza que encierra es maravillosa, muestra de la compasión y de la tranquilidad de la mente, opino que es tan valiosa que quise compartirla con todos ustedes y como un profundo anhelo quiero decirles: GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS

Gracias por leerme, por ser compañeros y por ser parte del contexto...

No tengo la referencia o bibliografia, espero conseguirla. RC.


Credito de imagenes

Foto 1. Extraído de: https://netfiles.uiuc.edu/ro/www/BuddhismStudyGroup/gallery/buddha-ananda-kashyapa.gif
This image shows the Buddha with two of his most devoted followers, Ananda and Kashyapa. Ananda was the Buddha's personal attendant and closest confidant. Kashyapa was a monk of great wisdom who, following the Buddha's death, presided at the first Buddhist Council. Kashyapa is also recognized by the Zen sect as the first Patriarch of Zen.


Foto 2. Extraído de: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/c/cc/Ananda_at_First_Council.jpg/225px-Ananda_at_First_Council.jpg
Ananda recitando el Sutra pitaka en el Primer Concilio Budista.




 

comentarios:

Roberto Carlos IV dijo...
Lo que me da a ver esta historia es la capacidad de la mente sobre el cuerpo y sobre los sentimientos, muy buena anecdota,

 
Tomado de: 
http://experienciasdevidanatural.blogspot.com/2010/07/anecdota-de-buda-gracias-gracias.html
 

jueves, 24 de noviembre de 2011

Elisabeth Kubler-Ross. Acompañar a Morir, Una mirada de Amor

Documental Acompañar a Morir, Una mirada de Amor. La vida de Elisabeth Kubler-Ross.

El director Stefan Haupt (Utopia Blues) ha realizado un documental biográfico sobre la doctora y escritora Elisabeth Kübler-Ross, pionera en el estudio de la muerte y los moribundos. Haupt, impresionado por cómo Kübler-Ross escribía sobre la muerte en uno de sus libros, "La rueda de la vida", decidió poner en marcha este proyecto. Para ello habló con la protagonista, en una larga entrevista en su casa de Arizona, sus familiares y allegados, y recopiló mucho material de archivo para contar su vida y su trabajo. Gran parte del documental se centra en esta entrevista personal a la infatigable Elisabeth ¿Cómo vive los últimos días de su vida? ¿Cómo ve su vida y su carrera? ¿Cómo se enfrenta a su propia muerte? A través de estas conversaciones el film regresa a su vida y trabajo en Suiza y en EEUU. También aparecen amigos, compañeros, familiares y, sobre todo sus hermanas mellizas.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

La vela apagada


Cuentan que había una vez un señor que padecía lo peor que le puede pasar a un ser humano: su hijo había muerto. Desde la muerte y durante años no podía dormir. Lloraba y lloraba hasta que amanecía.

 Un día, cuenta el cuento, aparece un ángel en su sueño. Le dice: - Basta ya. - Es que no puedo soportar la idea de no verlo nunca más. El ángel le dice: - ¿Lo quieres ver? Entonces lo agarra de la mano y los sube al cielo. - Ahora lo vas a ver, quédate acá. Por una acera enorme empieza a pasar un montón de chicos, vestidos como angelitos, con alitas blancas y una vela encendida entre las manos, como uno se imagina el cielo con los angelitos. 

El hombre dice: - ¿Quiénes son? Y el ángel responde: - Estos son todos los chicos que han muerto en estos años y todos los días hacen este paseo con nosotros, porque son puros... - ¿Mi hijo está entre ellos? - Sí, ahora lo vas a ver. Y pasan cientos y cientos de niños. - Ahí viene -avisa el ángel. 

Y el hombre lo ve, radiante como lo recordaba. Pero hay algo que lo conmueve: entre todos es el único chico que tiene la vela apagada y él siente una enorme pena y una terrible congoja por su hijo. 

En ese momento el chico lo ve, viene corriendo y se abraza con él. Él lo abraza con fuerza y le dice: - Hijo, ¿por qué tu vela no tiene luz?, ¿no encienden tu vela como a los demás? - Sí, claro papá, cada mañana encienden mi vela igual que la de todos, pero ¿sabés lo que pasa?, cada noche tus lágrimas apagan la mía.

Extraido del Libro "El Camino de las Lagrimas" de Jorge Bucay.